jueves, 30 de junio de 2011

Hades o el inframundo de la muerte

El pasado 15 de Abril rendía visita al museo del Prado. Cierto es verdad que es un museo que todos debemos de visitar varias veces en nuestra vida, pero el caso es que en lo que va de la mía solo lo he explorado 3 veces… Anda que lo mío tiene delito!!! Recorriendo esquinas perdidas por Croacia y solo tres veces en el espacio cultural máximo exponente del arte español. Recuerdo que la primera vez fue en aquella maravillosa exposición de Velázquez y la segunda fue únicamente para ver a Goya. Estas visitas ya estaban fechadas más de 10 diez años atrás por lo que empezaba apremiar una nueva visita.
Esa tercera visita llegó. Con el paso del tiempo uno se va haciendo más enamorado de ciertos estilos siempre sin despreciar otros. En ese gusto por lo específico llevo dos años que estoy detrás de la pintura flamenca. Sabía que ese día quedaría impresionado por algún cuadro flamenco pero nunca me imaginé que sería uno de Joachim Patinir, Charon Crossing the Styx (Caronte cruzando la laguna Estigia).

Como se puede ver es un cuadro en el que predomina el paisaje y sobre todo el azul, pero en el que se ven una serie de personajes de la mitología griega. Para empezar el cuadro se podría haber perfectamente titulado Hades. ¿Por qué Hades? Hades era el inframundo que todo mundo debía visitar tras su muerte. En la antigua mitología griega ese mundo era el único destino de los mortales y se trataba de un lugar sombrío y lúgubre. En esta idea no existían premios ni castigos por lo que correspondía conceptualmente al mundo hebreo de Sheol. Como se ve en el cuadro Patinir refleja este aire sombrío dándole un tono oscuro al cielo que en ningún caso llega a ser complemente azul.
Posteriormente la mitología griega desarrolló cuentos y escritos en los existía un juicio después de la muerte, tras el que los mortales tenían asignado una recompensa o un castigo. Bajo este prisma Hades tiene varias regiones, pero dos son las principales: Elysian Fields (Campos Elisios) y Tartarus (Tártaro). Estas dos regiones, que corresponden perfectamente a lo que en la mentalidad cristiana son Cielo e Infierno, y están representadas en el cuadro, la primera a la izquierda y la segunda a la derecha.
En este inframundo existían cinco ríos, llamados Acheron, Cocytus, Lethe, Phlegethon y Styx. Las sombras debían de cruzar todos ellos antes de alcanzar el descanso eterno. La manera de cruzarlos era con el bote de Charon (Caronte). Este hombre se encontraba dispuesto a realizar el viaje únicamente tras el peaje de un óbolo. Por eso los difuntos en Grecia eran enterrados con esta moneda debajo de la lengua o en los ojos. El castigo era duro de no tenerlo porque tenían que vagar por la orilla hasta que después de cien años Caronte decidía darles el viaje gratis. En el cuadro se ve como Caronte lleva un alma minúscula en su bote.
Según la mitología celta los Elysian Fields eran siempre soleados y a pesar de que nunca llovía se mantenían siempre verdes. En el cuadro se ve como un ángel les señala a Charon y a su acompañante cómo llegar a su orilla. A pesar de esta indicación Charon con la mirada y el hombre con la postura que tiene dentro del barco parecen no hacerle caso. Con ello se quiere remarcar que la entrada a este reino no es sencilla. Simbólicamente esto también se ve a través de los nenúfares, el gladiolo y los arrecifes que hay en su costa.
El gladiolo es una flor cuyo nombre viene del latín, gladius, que significa espada por su forma. Representa la fuerza y la integridad moral. El nenúfar por el contrario es una planta acuática que representa el corazón puro.
Con ellos se hace alusión a la pureza que el hombre debe tener si desea pasar al paraíso. Los arrecifes por otro lado muestran el peligro que un navegante debe sortear cuando quiere alcanzar el puerto. Con ellos obviamente se presenta una clara analogía con las tentaciones. Dentro del mismo aparte de almas y ángeles, la construcción más curiosa es una de cristal que representa la Fuente de la vida.
Al otro lado está Tartarus o el Infierno. Tartarus era la región más profunda del inframundo de la cual se decía que un yunque necesitaba nueve días y nueve noches para llegar desde la Tierra a sus profundidades. Allí Patinir dibuja las mismas representaciones frutales, aunque la entrada del río es más recta y no tiene los recovecos de los Elysian Fields. Al final del mismo se ve la puerta de entrada a una fortificación con una torre circular que está protegida por Cerberus. Este animal con tres cabezas y cola de serpiente es presentado por Dante como una criatura cruel y aviesa. Era un guardián nato y su presencia en la puerta era doble. Por un lado ningún mortal podía pasar por delante de él, dado que era un devorador de carne fresca y por otro lado no permitía que ninguna de las almas que estaban dentro salieran. Detrás de esta puerta el paisaje se muestra oscuro y con llamaradas.
Resumiendo Patinir quiere indicar con su obra lo difícil que le va a resultar al hombre alcanzar el Cielo.
Patinir es considerado el pintor de los paisajes y un enamorado del azul. Solo se le reconocen 29 cuadros que destacan sobremanera en una carrera de tan solo 9 años (1515-1524). Sirva desde este humilde blog un homenaje a este pintor de Amberes.

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