martes, 28 de diciembre de 2010

El puente deseado: Rialto

Se podría decir que Venecia fue una república adelantada a su tiempo. Cierto es, si comprobamos su organización política, pero lo que sí es cierto es que a nivel arquitectónico no lo fue tanto. En una visita por la Serenísima nos vemos sorprendidos por la ausencia de puentes. Durante más de setecientos años Rialto fue el único puente que unía ambos lados del Gran Canal y solo a partir de 1931 se construyeron el resto de puentes que hoy en día se pueden cruzar. En 1131 datan las primeras noticias de un puente flotante llamado entonces Ponte della Moneta. Con el crecimiento del mercado que aún existe en una de sus orillas este puente flotante fue sustituido por uno de madera en 1250. Los dos primeros diseños fueron destruidos, uno por un incendio y el segundo por el peso de los espectadores que estaban observando un desfile náutico que se había organizado a causa de la boda del marqués de Ferrara. El tercero fue pintado por Carpaccio, Miracolo della Croce a Rialto.


El esperado puente de piedra no llegó hasta 1591, gracias a Antonio da Ponte. La pregunta es obvia. ¿Cuál era la situación de Europa en esos momentos? El primer puente de piedra data de 1176 en London y se llamaba el Old London Bridge. Tenía 7 metros de anchura, 275 metros de longitud y estaba soportado por 20 arcos. En él había casas que pagaban una renta para mantener el puente como en pocos sitios se puede observar. Nada comparable con los escasos 29 m de longitud y 23 m de anchura del futuro puente veneciano.


Entonces… ¿Cuál era el problema de Venecia? Una leyenda cuenta que el mismísimo Diablo no quería que este puente se terminara y el diseño de Da Ponte lo tuvo complicado para verse terminado. ¿Qué pasó exactamente? Retrocedamos varios siglos y nos vamos a situar en ese año, 1591. Después de varias semanas de semanas de intentos sin éxito, a pesar del buen diseño del arquitecto, lo que los trabajadores hacían de día, por la noche terminaba en el agua. Supervisando como capataz el trabajo estaba un joven hombre llamado Sebastiano Bortoloni. Él estaba decidido a que el proyecto tenía que acabar con éxito, por dos razones, por su buen nombre y el futuro de su hijo que pronto nacería de su mujer Chiara. El ya estaba desesperado y no encontraba la manera que la construcción fuera hacia adelante.
Dado que los incidentes solo pasaban por la noche, decidió esconderse cerca de la construcción y esperar a ver lo que pasaba. A media noche un tremendo ruido se escuchó… Y la mayoría de los arcos se desplomaron sobre el Grand Canal. El joven maestro se quedó congelado por la siniestra risa que escuchó en su espalda. Él se volvió y vio la figura de un hombre envuelto en una capa negra que se encontraba de pie detrás de él. Era el Diablo, que se dirigió a él con las siguientes palabras: “Estás malgastando tu tiempo y tu esfuerzo. Ningún hombre podrá construir este puente de piedra. Pero si tú quieres, yo puedo ayudarte. Naturalmente esto tendrá un precio que deberás de pagar”. “¿Qué quieres de mi para esa ayuda? ¿Mi alma?”, dijo Sebastiano.
El Diablo estalló a reír. “No, lo que quiero es el alma de la primera persona que cruce el puente cuando esté acabado”. El hombre joven no lo pensó dos veces y aceptó. Él necesitaba el dinero y estaba preocupado por el nacimiento de su niño. También estaba convencido que podría burlar al Diablo. Al día siguiente puso a los trabajadores de vuelta al tajo y dado que ningún daño acaeció por la noche el puente fue terminado rápidamente. Mientras tanto Sebastiano estuvo pensando qué hacer y tuvo una idea. El Diablo no había especificado si la primera persona en cruzar el puente tenía que ser humana. Tenía un gallo que lo puso en una cesta para liberarlo justo antes de la inaguración. También colocó guardias a ambos lados del puente para que nadie cruzara el puente durante la noche antes de la apertura. Pero el Diablo que era más listo se disfrazó de trabajador y fue a la casa del constructor para ver a su mujer. Llamando a la puerta, la comentó que su marido estaría toda la noche en el puente y que había pedido que se uniera a él. La mujer le creyó, corrió hacia su encuentro y los guardias que la conocían bien no hicieron ningún intento de pararla. El hombre estaba entonces cenando cuando oyó voces en el puente. Levantándose, vio a Chiara en el puente y se quedó congelado. Despidió a los soldados y la acompañó a casa. Esa noche fue incapaz de dormir por todo lo que había sucedido.
No tuvo que esperar mucho. Al día siguiente, después de la inauguración oficial, una criada corrió entre lágrimas para decirle que su hijo había nacido muerto y que Chiara había también fallecido en el parto. Él corrió hacia su casa, pero su mujer ya estaba muerta. Entonces comprendió por desobedecer al Diablo había perdido todo lo que quería.


Después de esto, el alma sin bautizar de su hijo comenzó a vagar por la noche y cualquiera que cruzaba el puente en las noches frías le podía escuchar estornudando. Una vez un viejo gondolero que estaba tarde cruzando el puente escuchó un ligero estornudo. Aunque él no podía ver a nadie dijo “Dios te bendiga”, a lo que escuchó “¡Gracias!”. Era la pequeña alma del niño, que entonces se salvó y voló al cielo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Pax Tibi Marce Evangelista Meus

Después del viaje a Venecia uno se queda impregnado por las múltiples historias y leyendas que tiene esta ciudad. Es cierto, que muchos de nosotros y el que suscribe el primero, hemos afrontado la primera visita a Venecia como un lugar romántico. No digo que no lo sea, pero es más un lugar de lectura y de estudio.
Cómo una ciudad que empezó siendo, año 568, un mero refugio cuando los lombardos invadieron Aquilea, se ha mantenido, llegando a ser la potencia marítima del este del Mediterráneo, hasta la erupción brusca de Napoleón, año 1797.
De esta lectura se desprende que Venecia, durante estos más de doce siglos siempre hizo lo más conveniente en el momento que tocaba. Uno de esos eventos que mantuvo Venecia en la cúspide del poder fue la abducción del apóstol deseado, San Marcos.
Este hecho fue recogido por Tintoretto en un cuadro que se encuentra en la Academia en Venecia “The Abduction of the Body”.


En la Edad Media se realizaban verdaderas subastas de reliquias. Todo el mundo buscaba su placebo como salvoconducto para la vida eterna y por su supuesto, mayor era su poder cuanto mayor era la categoría del santo al que pertenecían las reliquias. Las ciudades no eran menos y en aquella época el patrón de Venecia era San Teodoro, el General, conocido también como Teodoro de Euchaita o de Heraclea. Una de sus representaciones más famosas se encuentra encima de una de las columnas de la Piazza de San Marco


Este santo era insuficiente para el prestigio que quería imponer Venecia por lo que se buscaron otro, una persona que convivió con el mismísimo Jesucristo, San Marcos. Los restos de San Marcos estaban en Alejandría en el año 828 cuando fueron robados por unos mercaderes venecianos. Cuentan los venecianos, difícil de ratificar, que en aquella época la ciudad que era gobernada por los musulmanes a través de Abbasid Caliph estaba construyendo unos palacios que necesitaban de todo el mármol disponible. El caso es que se estaban quedando escasos de material y la iglesia de San Marcos peligraba. Ahí la aparición de estos mercaderes que confiados de su misión convencieron a los monjes cristianos de la iglesia para que les dejaran los restos del santo apóstol para mejor protegerlos. El cuerpo del evangelista fue entonces reemplazado por otro cuerpo cercano al martirio de Santa Claudia y las reliquias se cargaron en el barco en unas cestas grandes que estaban cubiertas de jamón y cerdo.
En el momento de partir, un intenso hedor se extendió por toda Alejandría y sus habitantes acudieron al lugar sagrado a ver lo que había pasado. Asegurados de que el cuerpo de San Marcos seguía en su lugar se volvieron a sus casas. Cuando tuvieron que pasar las aduanas, los mercaderes tuvieron que enseñar sus mercancías a los oficiales. No hubo problemas dado que el último obstáculo fue el grito que les lanzaron “Kanzir, kanzir”, que es una expresión de disgusto al no estar acostumbradas sus narices a ese olor.
A partir de aquí San Marcos siguió ejerciendo milagros. El primero salvando el barco de un naufragio en la vuelta a Venecia. Ya en Venecia el cuerpo fue mantenido en un lugar secreto del palacio de los Duques hasta que fue construida la primera iglesia para San Marcos. El problema fue que en una revuelta, año 976, la iglesia fue hecha cenizas y los huesos de San Marcos desaparecieron. Sin embargo los venecianos nunca pudieron admitir este hecho, por lo que en la construcción de la nueva iglesia se produjo un nuevo milagro. Según cuenta la leyenda una noche esta nueva iglesia tembló y el ataúd de San Marcos apareció al lado de una de las columnas.

La fe de los venecianos les había devuelto al santo. Un santo que por cierto nunca estuvo en vida en Venecia, a pesar de que existe otra leyenda que cuenta que San Marcos en unos de los viajes entre Aquilea y Roma, su barco naufragó y acabó con sus huesos en esta laguna. Aquí se le apareció un ángel, con forma de león alado, que le dijo, “Pax tibi, Marce, evangelista meus. Hic requiescet corpus tuum”, que significa “Paz a ti, Marcos mi evangelista, aquí tu cuerpo descansará”. El inicio de esta frase se ve por cierto en toda Venecia, dado que viene escrito en el libro que sostiene el león, símbolo de la ciudad, en todas sus representaciones.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Venecia… Viva o muerta

El siguiente destino que voy a afrontar para los primeros días de diciembre es Venecia. Es la segunda que voy a este destino, pero esta vez lo hago de forma especial con mi familia, mi madre y mi hermana. Esta segunda vez tengo las ideas más claras… Venecia es una ciudad que necesita tiempo… No solo tiempo para verla, sino quizás para estudiarla. Una República que llegó a ser la potencia controladora del Mediterráneo a finales del S. XIV y principios del S. XV, que fue uno de los pilares del Renacimiento italiano en el S. XVI y que fue el primer deseo de conquista de Napoleón en el S. XVIII no se explica ni se entiende en unas horas.
La historia de la Serenísima la convierte en la ciudad museo más grande del mundo, pero a la vez con los mayores problemas de infraestructura y contaminación de la Europa del S. XXI. Con 60.000 personas censadas en el centro histórico y cada vez menos… Venecia se enfrenta a cambios para asegurar su supervivencia o la muerte. Uno de estos cambios que se espera que esté funcionando en el 2012 es el proyecto Mose (http://www.youtube.com/watch?v=NUXNhYshUbw). Mientras tanto el mundo entero espera que esta ciudad se recupere para mostrar su mejor cara.
Con esta foto, se presenta la visita, que sin más preámbulos y como otras veces os presento el planning inicial previsto (en azul lo que se pretende ver por la mañana y en negro por la tarde):

Miércoles 1
- Plaza de San Marcos
- Basílica de San Marcos
- Museo Correr
- Artigianato d'Arte di Vianello Mauro (Calle dei Morti 2251 (Santa Croce))
- Palacio Ducal
- Puente de los Suspiros
- Palacio Contarini del Bovolo
Jueves 2
- Murano (Glass Museum)
Viernes 3
- Museo di Palazzo Mocenigo
- Ca' Pesaro
- Casa di Carlo Goldoni
- Ca' Rezzonico
- Museo Fortuny
- Biblioteca Marciana
- Clock Tower
- Campanile de San Marcos
- Galleria dell’Accademia (Campo della Carità, Dorsoduro n. 1050)
Sábado 4
- Palazzo dei Camerlenghi
- Erberia
- Pescaria
- La fachada de la Ca’ D’oro
- Cannaregio y la iglesia della Madonna dell’Orto
- Santa Maria Gloriosa dei Frari
- El Ghetto (Entrance to the Museum and Synagogues)
Domingo 5
- Regreso.

Como se ve hay parte de vida moderna, mercados, hay pintura, hay arquitectura, hay exhibiciones del arte del cristal, hay leyendas que habrá que contar y seguramente habrá alguna sorpresa más. Pero eso será a la vuelta y me servirá de guión para el blog del mes de diciembre.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Descubriendo la cota de nieve…

Hoy es 20 de Noviembre y nos disponíamos, junto con mi colega palentino, a hacer el primer pico de esta serie… El pico Yordas de 1964 metros de altura. Para hacer este pico la ruta se debe iniciar por un camino que comienza en Liegos. La carretera hasta este pueblo, viniendo de Guardo, está en perfecto estado lo cual nos animará a volver. Al sur de Liegos existe un camino conocido como el camino de San Pelayo. Se cree que en él tuvieron lugar combates entre las tribus cántabras y los romanos.

Los cántabros son las sociedades menos influenciadas en Hispania por los romanos, como se detecta por sus rasgos matriarcales. Este rasgo se detecta en la sorprendente epigrafía de una estela que se encuentra en el lateral de este camnino dedicada por Aurelius Proculus a su aunculo (tío materno).

El camino por otro lado deja a su izquierda al río Belluco hasta un primer cruce y luego al río Valverga. Después de más de una hora caminando lo dejamos para adentrarnos en el bosque de Tendeña, donde el paisaje cambia de forma radical. En la fecha actual tenemos perfectas formaciones de musgo, hayas, tejos y algún rebeco.

El camino se torna exigente y los que pensábamos que el pico sería la parte más complicada de la ruta descubrimos que estas pendientes ya nos exigen más de lo estamos preparados. A mitad del bosque nos encontramos con un cartel que nos indica que el pico se encuentra a mano izquierda.


Lo obviamos, dado que la pista maderera nos ofrece mayor confianza y así nos lo indica el track que tenemos guardado. No nos olvidamos de este cartel, ni de su camino, porque nos servirá para hacer el regreso. El problema se encuentra cuando llegamos a los 1460m ya que empiezan a verse las primeras formaciones de nieve en el suelo y justo 26m después nos hace reflexionar sobre la conveniencia de seguir la ruta prevista.

Seguimos hasta el collado de Tendeña, donde se sacan las fotos más bonitas de la ruta hasta ese momento, con el embalse de Riaño al fondo.
A 1686m el camino es imposible… El track nos pide un nuevo esfuerzo por un camino que esté completamente helado y ahí acaba la ruta por el día de hoy. Con cierta frustración bajamos por el cordal que nos lleva al letrero anteriormente mencionado, lo cual nos convierte la ruta en un “exigente” paseo de cuatro horas y media, válido para todos aquellos que no tenemos el equipo suficiente de montaña.
Como reflexión para un futuro está anticipar la cota de nieve que nos vamos a encontrar antes de lanzarse al vacío. Es un trabajo que no es para el día de hoy.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La ruta más larga...


Será difícil de explicar en pocas palabras, pero el caso esta ruta comenzó el 6 de Octubre y no acabó hasta el 6 de Noviembre. No se trata de una ruta de 100 km… Es una ruta de 7,8 km que une la central hidroeléctrica de Urdón con el pueblo de montaña de Tresviso.
Contando algo de historia (ver http://maxalvarez.wordpress.com/2009/04/13/de-urdon-a-tresviso-entre-cabras-y-riscos-por-max/ si se está interesado), esta ruta se abrió en 1888, en la época dorada de la minería de los picos de Europa. Fue la Sociedad Especial Minera La Esperanza quien abrió el camino de Urdón a Tresviso para recoger la blenda de los campos mineros de Ándara. Posteriormente y al término de la I Guerra Mundial las cotizaciones del zinc se hundieron y ello arrastró a las sociedades allí establecidas. Además, sus estructuras se habían quedado obsoletas, y el problema del transporte no se había resuelto y la mano de obra también generaba problemáticas sociales. En definitiva, lo que hoy se llama ‘globalización’ llevó al cierre de La Esperanza en 1927 y a la disolución de la empresa en 1940. Vista desde el aire la ruta tiene una pinta excepcional.

Para nosotros esta ruta empezó con amigo de Barcelona el 6 de Octubre. Las condiciones meteorológicas no eran las mejores. Había una llovizna constante y la ruta en sí es para estudiarla. Es una constante subida que parte a 77m de altura. El punto para dejar el coche es fácilmente localizable porque se encuentra, viendo de Potes, en el primer camino a mano izquierda justo antes de cruzar el cartel del Principado de Asturias. De hecho con el coche parado te puedes fijar que a un lado dejas el cartel de bienvenido a Cantabria y al otro lado el de Asturias. Pero estamos en Cantabria!!!

Lo primero que se ve en la ruta es la central hidroeléctrica.

Ese día de Octubre llegamos a lo que llamaremos el Balconcito de Pilatos. Justo a 329 m de altura. Para los que hacen la ruta la primera vez, este punto se diferencia del resto porque justo ahí el camino se retuerce hacia la derecha y a la izquierda se deja un pequeño mirador con conjunto de piedras unidas por cemento.

El 6 de Noviembre ya teníamos algo de sol… Escaso pero suficiente para hacer agradable la ruta. Esta vez venía conmigo un buen amigo de Palencia. No seguimos un ritmo lógico y ya a 238 m de altura ya comenzaron a flaquear las fuerzas. Como se ve en la gráfica "explotamos demasiadas calorías" al principio y tuvimos que parar. Solo con ir a 4 km/h es suficiente para hacer un buen registro y disfrutar de la ruta.

Pasada esta minicrisis, el siguiente punto en la ruta, después del balconcito, es lo que se conoce como el Balcón de Pilatos, a 672m de altura. Este mirador se convierte en una perfecta vista del río Urdón.

Desde ahí la ruta ya es prácticamente un paseo hasta Tresviso a 900m de altitud. De hecho con descanso incluido la ruta se hace en 2 horas escasas en lugar de las 3h que se indican en todos los carteles. Ya en el pueblecito nos esperaba un cafecito caliente y un rico queso picón. Recomiendo encarecidamente su compra. Es barato y merece la pena. Ya sea para los exquisitos que lo comen directamente o para quienes preferimos hacer una salsa. Cada ruta una sorpresa!!!

domingo, 24 de octubre de 2010

De San Salvador a Moarves

Ya estamos en Octubre y aprovechando la visita de un buen amigo de Barcelona el 7 de Octubre estuvimos viendo iglesias. De hecho voy a destapar uno de mis mayores hobbies… El arte románico.

Es extraño que bien avanzado el S. XXI uno de los mayores tesoros de Palencia todavía no está publicitado como se merece. El disfrute del arte románico no necesita de grandes estudios y te pone en contacto tanto con el modo de vivir de aquellos siglos (S. XI y XII), como con el actual. En contacto con el pasado porque el arte románico es muy simbólico y muestra en sus arquivoltas, canecillos o capiteles, tanto detalles de la vida de Jesús como del folklore popular. Contacto con nuestros días porque nos pone en conexión con los responsables custodios de cada una de las iglesias. Infinitas anécdotas que nos tienen que contar ya sea sobre su día a día o sobre la historia reciente de la iglesia. Se podría de hecho escribir varias líneas sobre los pequeños y grandes hurtos que en apenas unas horas nos han contado…


Pero nos centraremos en mostraros las iglesias y aunque sea de manera poco profesional daros alguna pincelada de la grandeza. La ruta empezó en San Salvador de Cantamuda en su iglesia parroquial. Allí se puede observar su esbelta espadaña que la hace destacar sobre las obras románicas de su entorno.

Nos fuimos a continuación a Revilla de Santullán donde el señor Belarmino nos presenta la iglesia dedicada a San Cornelio y San Cipriano. En su portada se representa en una de las arquivoltas la Última Cena con el Maestro, los doce apóstoles y dos invitados. En el extremo izquierdo el comitente del templo y en el derecho el propio escultor. De hecho lo que a mí me resulta más curioso es ese detalle.







A continuación aparecimos en Colmenares de Ojeda a ver su pila bautismal. Allí se puede ver uno de los ritos cristianos más arraigados: El bautismo. En este caso se ve el bautismo de inmersión, que fue el que practicó la Iglesia hasta el S. XV. La pila podría ser perfectamente una foto del momento.

El sacerdote bendice con una mano y con la otra sujeta las Escrituras. A su derecha está el padrino que sujeta el niño, del que solo se le ve la cabeza. A su izquierda un monaguillo sostiene la cruz y ayuda al padrino. Más a la derecha de la escena aparece la madrina que también toca al niño y en el extremo izquierdo de la foto aparece el padre con otro niño perfectamente abrigado.







En la otra escena de la pila se ve el sepulcro vacío con las Marías que vienen a adorarlo y soldados adormilados. Al otro lado del sepulcro aparece al ángel que las viene a avisar de la Resurrección del Señor.

Posteriormente pasamos por Carrión donde paramos a ver la iglesia de Santiago. Allí en la fachada se observa el perfecto pantocrátor y el tetramorfos que lo circunda. Pasaré de puntillas por esta iglesia, dado que la que a pesar de su importante friso es una calco de la siguiente.

Después nos marchamos a Moarves... Un pueblo perdido en la comarca de Ojeda, pero que tiene una iglesia, dedicada a San Juan Bautista, sencillamente preciosa, a la que es complicado renunciar en su paso por la angosta carretera. Allí nos volvemos a encontrar con una portada difícil de olvidar.

Es la misma escuela de escultores de Carrión, seguramente unos discípulos del maestro que allí trabajó. Si nos fijamos en ambas representaciones son iguales, aunque la de Moarves tiene más detalles, seguramente porque se encuentra mejor conservada. Los ojos de Cristo son los mismos que se ven en la pila de Colmenares. Unos ojos saltones que miran hacia adelante pero sin concretar su destino. El tetramorfos en Moarves es más pequeño, pero así ayuda a ensalzar la grandeza del Pantocrátor, o sea, Dios omnipotente. El acartonamiento de los pliegues en las piernas se hace más acusado en este de Moarves. Y es que el Románico es y será un arte hierático... Éste se pierde con la mejor mano del escultor de la iglesia de Santiago, pero que a la vez, a mi gusto, también le hace perder fuerza. Para acabar la mandorla que los rodea es la misma. Serán iguales o casi, o será la piedra rojiza le da un colorido diferente, pero esta iglesia de Moarves me encanta.