Obviamente como esta pasando en este viaje, lo que mas me resquebrajo no fue esta muralla, sino una de las sorpresas que apenas se mencionan en las guias pero que el gusto personal de cada uno las pone por encima de miles de lineas de literatura.
En este caso fue la iglesia de St. Donat, iniciada en el s. IX por el obispo Donat. No fue tanto la iglesia en si, sino por donde esta. Se encuentra en un lateral pero claramente invadiendo parte de un Foro Romano, el cual se usa mayormente para conciertos seculares.
A la salida de Zadar nos esperaba el primer overbooking del viaje (espero que sea el ultimo). La habitacion privada que tenia confirmada me fue denegada. Minutos mas tarde tenia ya alojamiento y pocos momentos despues estaba delante de la cascada grande del Parque Nacional de Plitvice.
Es como un sueno... Como es posible que la naturaleza haya creado tanta belleza. Los lagos tenian todas las tonalidades posibles entre verde y azul... Y contemplando alguna de las cascadas no salias del estado shock que produce el pensar si la imagen era real o solo era un mero cuadro. Con esta imagen en la retina y un buen desayuno que me dieron mis hospedadores (no incluido en el precio), me fui a Trogir.
Aqui lo dejamos... Manana estaremos de vuelta y comenzare las vacaciones de mas lectura y menos coche... De mas familia y menos aventuras en solitario. De todas formas hay mucho que contar y a fe que lo hare.
Sigue disfrutando así,
ResponderEliminarImpresionantes vistas !!!
Un abrazo fuerte !!
Nosotros , mañana tb a nuestra aventura.